Cinco puntos a tener en cuenta en un divorcio con hijos.
Si existe una convivencia conflictiva entre los padres y la separación es la única manera de resolver una situación familiar desgastada, en este caso el divorcio puede implicar una mejora para los hijos, ya que no tendrán que convivir más en esta situación. Sin embargo, si precisamente a raíz de un divorcio se produce un conflicto entre los padres, los hijos pueden convertirse en el centro de las discusiones y sufrir gravemente esta situación. Como no todos los divorcios son traumáticos, deben plantearse seriamente medidas para disminuir los daños que puedan causarse a los hijos.
1.- Si hay hijos en común, su edad es importante.
La edad de los hijos condiciona las medidas o acuerdos que se deben tomar, sobre todo en relación a la guarda y custodia, régimen de visitas o pensión de alimentos. También indica el número de años en que padre y madre, a pesar de estar divorciados, deberán relacionarse con cierta frecuencia al tener un hijo en común, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de emancipación de los hijos se ha alargado claramente más allá de los 18 años. Este elemento es importante en el momento de negociar, demandar, denunciar, relacionarse… con la otra ‘parte’. ¿Me conviene una relación conflictiva con el/la ex si nos tendremos que relacionar hasta la emancipación de nuestros hijos?
Mientras sea posible, hay que apostar por resolver de mutuo acuerdo la separación. Si es inevitable la judicialización, hay que dejar abierta una puerta al diálogo aunque este sea entre letrados.
2.- No utilizar a los niños como mensajeros.
Desgraciadamente por falta de capacidad de comunicación entre los padres, a menudo se utilizan a los hijos para comunicar aspectos propios de los acuerdos o medidas que rigen la separación. Una vez producida la separación no es conveniente utilizar los niños para comunicar cambios en el régimen de visitas o la existencia de nuevos gastos extraordinarios no contemplados dentro de la pensión de alimentos. Hay que evitar caer en la tentación de pedir al hijo que diga tal cosa a su padre o madre para evitar tener que hablar con la expareja.
3.- Para los hijos más pequeños, no introducir más cambios de los necesarios.
En el aspecto emocional parece que cuando más pequeños son los hijos más les afecta la separación de sus padres. En el momento de la separación es importante no introducir más cambios en sus vidas de los estrictamente necesarios (escuela, hábitos, rutinas…). Comunicar la decisión del divorcio conjuntamente y en fin de semana, puede ayudar en el caso de preguntas de los niños o necesidad emocional de estar juntos.
4.- Preservar a los hijos de un conflicto de lealtades.
Hablar con claridad a los hijos sobre la nueva situación y no entrar en aspectos legales o de reparto de culpas en la ruptura. Hay que preservar a los hijos de las disputas legítimas que puedan tener sus padres en el aspecto patrimonial o incluso sobre la custodia. Aunque en un divorcio los niños pueden ser el punto central, es necesario que ellos queden totalmente al margen para no crearles un conflicto de lealtades.
5.- El Divorcio es entre los padres, no de nuestros hijos.
En síntesis, es necesario que el hijo comprenda que el divorcio es entre los padres y no de él. Que continuará manteniendo una relación con su padre y con su madre y que ambos continúan queriéndole igual. Sin duda es positivo para el hijo percibir que padre y madre siguen manteniendo una buena relación, sólo que ahora ya no son pareja.
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Autor del artículo: Marc Trayter Vilagran, abogado. Fotografia del post via Flickr de Massimiliano (CC BY-NC-ND 2.0)
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