Desde 2003 tengo experiencia práctica en procedimientos de Divorcio y de Derecho de Familia en general, habiendo intervenido en más de un centenar de procedimientos. Cuatro puntos a tener en cuenta en un divorcio:
Asesoramiento personalizado.
Es importante recibir asesoramiento personalizado. En algunos casos las personas inmersas en una crisis familiar pueden encontrarse en una situación de vulnerabilidad, en otros en cambio deben protegerse de una situación de abuso. El asesoramiento que se recibe en una u otra situación puede ser muy diferente. Como también es muy diferente el asesoramiento que se recibe cuando existe un desequilibrio económico entre las personas que se separan o bien cuando el punto en discordia es la guarda de los hijos en común, a menudo en edades muy reducidas. El asesoramiento debe orientar y transmitir confianza en que los pasos que se están realizando son los más correctos dada la situación.
Especialización en derecho de familia y mediación
Es importante recibir asesoramiento especializado. La especialización en derecho de familia no sólo conlleva más conocimiento sobre lo que está en juego (incluyendo aspectos fiscales), sino que además puede facilitar la adopción de acuerdos o formas de resolución menos traumáticas. Es una regla no escrita que los abogados de familia en su formación incorporan estudios y práctica en mediación familiar. En mi caso, además de abogado, soy mediador e intento agotar todas las posibilidades de acuerdo con la otra parte, cuando es posible.
Hoja de encargo
Es importante firmar una hoja de encargo, acotar y explicar al máximo posible qué tipo de procedimiento se está llevando a cabo y con qué objetivos. Hay que detallar los gastos que conllevará el procedimiento a nivel de abogado, procurador y, cuando proceda, perito. Así como plazos y formas de pago.
Estar informados de como transcurre el procedimiento judicial
Las personas que inician acciones legales en derecho de familia deben conocer lo que se está exponiendo ante los tribunales ya que en definitiva se trata de cuestiones personales, así como también deben estar informadas de cómo se va desarrollando el procedimiento y sobre las aportaciones de la adversa en el procedimiento. Cliente y abogado deben poder tener una comunicación flexible ya que las circunstancias personales y familiares se encuentran en un momento de cambio, que además pueden someterse a más cambios debido al propio procedimiento de divorcio. Es necesario que los procedimientos se adapten y se ajusten al interés de los menores y no al revés. Ante circunstancias cambiantes será necesaria flexibilidad por parte de todos los profesionales que intervienen en la resolución del asunto.