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Marc Trayter i Vilagran, Abogado por vocación desde 2003 Girona 619 475 337 marc@advocatgirona.cat

Consejos para negociar una separación de mutuo acuerdo.

Si la convivencia como pareja se ha agotado y nos encontramos en la situación de “negociar” los términos de la separación o del divorcio, hay una serie de puntos que nos pueden ser útiles:

1.-Saber sobre qué puntos hay que ponerse de acuerdo.

En función sobre si tenemos hijos en común, patrimonio compartido o según como sea la situación económica de cada uno, se tomarán unos acuerdos u otros. En derecho de familia los acuerdos se denominan medidas, ya que lo que se acaba adoptando judicialmente son las medidas que regirán una vez producida la separación. Ejemplos de medidas son la atribución del domicilio familiar, un sistema de custodia para los hijos, el establecimiento de una pensión compensatoria…

En caso de tener hijos en común menores de edad, también puedes leer el siguiente post: “Cinco puntos a tener en cuenta en un divorcio con hijos.”

2.- Separar por bloques la separación.

Es útil distinguir los problemas que son de carácter económico, de los que son derivados de la custodia de los hijos en común o de los motivos de la ruptura. Separar por bloques todo lo que rodea una separación o divorcio ayuda a cerrar partes de la separación y poder finalizar con un acuerdo.

3.- Marcar conjuntamente un camino y un procedimiento.

Tener un camino marcado sobre quién y cuándo abandonará el domicilio familiar, como se buscará el abogado, como se comunicará a los hijos en común o al resto de la familia las decisiones tomadas, económicamente cuándo y cómo se producirán cambios… Ordenar la separación ofrece estabilidad y todo el mundo sabe a qué atenerse, especialmente los hijos en común.

Aunque puede ser difícil, no romper el diálogo y tratar personalmente los cambios que deben producirse hacen viable un posterior procedimiento judicial de común acuerdo y nos aleja de un procedimiento contencioso. A veces ara falta la intermediación de un profesional, ya sea abogado o mediador.

Si los cambios en la vida familiar se producen de forma brusca y sin ningún tipo de diálogo, se genera más tensión y angustia de la necesaria, lo que dificulta cualquier acuerdo y nos lleva a la judicialización de la ruptura.

4.- No precipitarse.

A menudo hay prisas para arreglar los “papeles” del divorcio. A veces la ruptura provoca sentimiento de culpa en uno de los dos o bien se produce en una situación de dominio de uno sobre el otro. Cerrar precipitadamente, en falso, o de forma muy desequilibrada una separación equivale a no cerrarla. Muchas de las medidas acordadas en derecho de familia, especialmente las que se refieren a hijos menores de edad, son susceptibles de revisión mediante un procedimiento de modificación de medidas. A menudo el juicio que no se ha tenido en el momento de la ruptura, se acaba produciendo con posterioridad después de un largo periodo de malestar en la relación.  Por eso creo que para alcanzar un convenio regulador de divorcio o de guarda y custodia hay que tomarse el tiempo necesario, a no ser que la situación en concreto exija actuar con rapidez. Como sería en caso de encontrarnos en una situación de vulnerabilidad económica o bien si el bienestar de nuestros hijos no está salvaguardado.

5.- Rodearse de un buen entorno.

Rodearse de familiares o personas que nos apoyen es positivo y necesario, ya que nos podemos encontrar en un momento de vulnerabilidad emocional o económica. Aunque las decisiones las toma uno mismo, contar con el apoyo de familiares o profesionales que velen por nuestros intereses es una gran ayuda.

Hay que evitar comparar nuestro caso con el caso de alguien cercano a nosotros, o al menos no dar por hecho que la solución es la misma, ya que a veces los criterios legales no coinciden con lo que nosotros pensamos que es lógico. Lo que para nosotros es relevante o decisivo, puede no serlo para un juez.

6.- Trabajar para un acuerdo mientras es posible.

La primera opción es siempre alcanzar un acuerdo, sin embargo hay que valorar cuando un acuerdo con la expareja no es posible ya sea por falta de voluntad, interés o por negación de la situación. No podemos depender de la voluntad de alguien que no ha asumido la separación o bien que no firmará un acuerdo que cree que le perjudica. A menudo hay personas que en defensa de sus intereses bloquean cualquier negociación o están dispuestos a forzar la situación. En este caso, una vez agotadas las posibilidades de resolución extrajudicial, no queda otra que interponer una demanda de divorcio e iniciar un procedimiento contencioso. Sin embargo, aunque se inicie un proceso judicial y cada uno cuente con su abogado, sigue siendo posible un acuerdo. Sólo que el acuerdo será entre abogados y será necesario tener presente el desarrollo del proceso judicial. Desafortunadamente, hay personas que hasta que no experimentan la presión de un juicio no entran a negociar.

En toda separación hay un momento en que aparecen dudas sobre lo que vendrá. Asesorarse ayuda a que todo transcurra con más certezas y menos angustias, ayudando a que la separación sea lo menos traumática o perjudicial posible. Si necesitas asesoramiento u orientación legal no dudes en contactar. WhatsApp 619475337, mail marc@advocatgirona.cat

Autor del artículo Marc Trayter Vilagran, Abogado. Fotografia Via Flickr

Blog Abogado Girona

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