La aceptación de la herencia

Cuando fallece un familiar directo nuestro, además del daño emocional que ello supone, se inicia un período para realizar toda una serie de trámites para su sucesión. A nivel fiscal existe un plazo de seis meses para liquidar los impuestos de la herencia.

Los pasos iniciales en la tramitación de una herencia son identificar los herederos y realizar un inventario de los bienes de la herencia. Este último punto es importante en el momento de la aceptación de la herencia, ya que si se desconocía si el causante tenía mas deudas que patrimonio, pueden adoptarse una serie de medidas de protección para el heredero que acepta la herencia.

Aceptación pura y simple.

De acuerdo con el art. 461-18 del Código Civil de Cataluña, por la aceptación de la herencia pura y simple, el heredero responde de las deudas de la herencia, no solo con los bienes que herede, sino también con sus propios bienes. Si se conoce o sospecha que en la herencia pueden existir más deudas que bienes, hay que tomar una serie de precauciones para evitar tener que responder con bienes personales.

Aceptación a beneficio de inventario.

Si se ha realizado un inventario de la herencia dentro de los seis meses posteriores a la muerte del causante, identificando todos los bienes y deudas de las que se tiene conocimiento, el heredero puede acogerse al beneficio de inventario. Es decir, el heredero no responderá con bienes personales de su propiedad si la herencia tuviera más pasivo que activo.

Aceptación tácita.

La herencia no solo puede aceptarse expresamente ante notario. También puede aceptarse tácitamente si el heredero hace actos inequívocos que demuestran su voluntad, haciendo actos que solo podría hacer si no fuera a título de heredero. En el art. 461-5 del Código Civil de Cataluña, se identifican todos los supuestos.

Renuncia o repudiación de la herencia.

Finalmente, puede suceder que el heredero nunca acepte la herencia. Aun así, hay que tener presente que la repudiación o renuncia debe ser expresa ante notario o judicialmente.

Autor del artículo Marc Trayter Vilagran, abogado. Fotografía del post de Paul Frankenstein vía flickr.