¿Cómo elegir abogado?
Para una persona que nunca ha tenido contacto con la administración de justicia y que en su esfera personal nunca ha necesitado asesoramiento jurídico, escoger un abogado para resolver un asunto puede ser difícil. Habitualmente la gente busca en su entorno referencias sobre abogados, sin saber demasiado cómo funciona un procedimiento judicial o como buscar vías de resolución extrajudiciales. A continuación, siguen tres consejos personales de cómo elegir un abogado:
1.- Conocer la especialización.
Es aconsejable preguntar al abogado cuál es su especialización. El ejercicio del derecho es muy amplio, siendo importante la experiencia que el abogado tenga en casos similares. El abogado especialista sabe como discurre el procedimiento, qué documentación es necesaria, qué pasos hay que emprender con urgencia y cuáles son innecesarios. La experiencia se percibe en las respuestas al cliente, resolviendo dudas o en la capacidad de encarar el asunto con rapidez.
2.- Presupuesto por escrito o Hoja de encargo.
En el momento de elegir hay que pedir presupuesto por escrito, identificando los trabajos que el abogado efectuará. La transparencia en los precios y la fijación de honorarios antes de aceptar el encargo evitan muchos malentendidos y sorpresas desagradables. A veces puede ser difícil establecer un presupuesto cerrado ya que no se sabe cómo transcurrirá el asunto encomendado. Es posible que se llegue a un acuerdo con la otra parte o bien puede se necesario no sólo celebrar juicio sino incluso interponer recurso de apelación y/o ejecución de sentencia. El presupuesto debería prever diferentes supuestos y/o establecer reglas de cálculo, o bien expresamente advertir qué trabajos incluye y cuáles no.
3.- Valorar la prudencia en las expectativas.
Es preferible el abogado prudente al que promete resultados. Como en otros ámbitos, existen profesionales que para captar un asunto prometen resultados.
La realidad es que el abogado debe ser capaz de analizar la viabilidad de un asunto, enfocarlo de acuerdo con los intereses del cliente y emprender las acciones legales que puedan ser estimadas por los tribunales. El abogado que gana más juicios no es el que tiene mejor oratoria, sino el que selecciona mejor los asuntos.
Si el caso debe terminar con una sentencia desfavorable, hay que transmitirlo al cliente y plantearle las alternativas que existen. Siempre hay que informar con honestidad al cliente, huyendo de discursos comerciales y centrándose en la veracidad y rigor en el momento de crear expectativas.
4.- Confiar en el abogado
Las relaciones entre cliente y abogado se basan en la confianza. Debe existir la confianza suficiente como para conocer el asunto con todos sus condicionantes y generar tranquilidad. Por parte del abogado, creo que este debe saber comprender que una comunicación fluida y sincera contribuirá a generar confianza y que los trabajos se realizarán con mayor satisfacción para todos.
Por eso como buena praxis profesional primero siempre realizo una primera visita, para tomar contacto con el caso y conocer al cliente. En algunos casos el siguiente paso ya será la presentación de una hoja de encargo, un documento donde se identifican el trabajo a realizar, su coste y plazos de pago en función de la evolución del asunto. En otros casos antes de acordar la hoja de encargo habrá que estudiar más a fondo documentación y la viabilidad del caso o, sencillamente, con una primera visita y enfocando diferente el asunto éste queda resuelto. Si necesita abogado, no dude en contactar.
Autor: Marc Trayter Vilagran. Abogado.
